Manifiesto

Las caras están demasiado grises.

Las paredes demasiado blancas.

Cada rincón, cada cloaca, cada casa, cada iglesia,…

cada muro, cada sombra, cada plaza, cada piedra,…

Cada Todo,

es un lienzo en blanco

que grita desesperado para cambiar su existencia:

¡Arte!...

¡ARTE!

¡ARTE!

¡ARTE!

-Chirrían todas las puertas.-

Mientras Todos Somos Nosotros, Nosotros No Somos Nadie

Esta es una invitación para aterroriz-arte.

Siamo da per tutto y por ninguna parte.

Aquí se defiende el Arte como crimen, libre, gratuito, sin amos, ni cadenas que lo aten. Arte por y para el Arte.

Por eso es terror, porque es Arte. Un Arte que no sigue las normas.

Un Arte que nace de sí mismo (de ti mismo) y sin más motivo que sí mismo.

Un Arte peleado con la burocracia y contra las formalidades.

Que te invita a la destrucción de la creación: Terrorismo.

Terrorismo Literario no es una organización ni un colectivo, no es una asociación de personas. Es una idea, una invitación al grito, a la lucha, a la poesía y al Arte. Somos anónim@s, nacemos con la idea de crecer, de animar a que, quien quiera, cuándo quiera y cómo quiera, dé el salto hacia el terrorismo de la palabra, bajo el nombre de Terrorismo Literario, bajo cualquier otro nombre o bajo ninguno. Sólo somos una incitación a la locura, a recuperar las calles y la vida llenándolas de nuestros propios gritos y palabras.

Vivimos en un mundo cansado de ser tan limpio y ordenado, ¡grítale hasta que despierte! O hasta que pueda dormir tranquilo.

Hoy, el arte ha sido esclavizado por la publicidad, el consumo, la psicología, el estado de derecho, las curvas legislativas y todos los etcéteras.

Hoy, el arte necesita más que nunca del Arte para salvarse.

Coge los lápices, las cámaras, las ropas, los disfraces, los pinceles, la palabra, los gestos, la mímica, la provocación, la extravagancia,…

Cógelo todo,

sal a la calle

y toma el mundo.

lunes, 29 de marzo de 2010

Aprendices

Cuentan que antes de que el temible monstruo de "El Plan Bolonia" comenzara a devorar las aulas de las universidades de la península, una horda de niñxs rabiosxs y asustadxs tomó la calle, imaginación, plastidecor, tizas y pintura en mano, en un intento de hacer oir sus sabias voces infantiles entre todo el jaleo de gritos, reformas y leyes con que les atacaban lxs malvadxs y temidxs adultxs. He aquí algunas pruebas de los acontecimientos, pasen y vean:














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